Un hombre se acerca a Elizabeth y le pide que la ayude a sacar a su hija de un culto en Bolivia. Dice que su congresista le aconsejó que se acercara a ella. Ella habla con el congresista y le dice que se sobrepasó. El congresista va él mismo a Bolivia y es llevado cautivo. Cuando los bolivianos se niegan a ayudar debido a una operación realizada por Estados Unidos, Elizabeth acude al presidente y piensa que Henry debería hablar con el líder porque es un erudito religioso. El presidente decide llevarlo a un nivel superior y enviar a Henry a Bolivia.