Durante la Revolución China en 1949, el joven comerciante de copra chino llamado Fong-Huan se casa con Elisa, una joven y bonita filipina. Los hijos de la pareja, Daniel y Linda, se criaron en una mezcla de tradición china y filipino-hispana. Estas personas ricamente cultivadas son los antepasados de una familia disfuncional de tercera generación cuyas hijas cuentan sus propias historias de alegría, lucha y las complejas realidades de la vida de las familias chinas filipinas.