Esta es la historia de una joven bruja, llamada Kiki, que ahora tiene 13 años. Pero todavía es un poco verde y bastante testaruda, pero también ingeniosa, imaginativa y decidida. Con su fiel felpa de gato parlante llamado Jiji a su lado, está lista para conquistar el mundo, o al menos el pintoresco pueblo costero europeo que ha elegido como su nuevo hogar.