Esta película cuenta la historia real del hundimiento del barco de Greenpeace, el Rainbow Warrior (comandado por Jon Voight), en el puerto de Auckland en 1984, y la posterior investigación de la Policía de Nueva Zelanda (dirigida por Sam Neill) que reveló la responsabilidad del gobierno francés. . El barco se dirigía a protestar contra las pruebas nucleares francesas en el Pacífico.