James se siente bastante orgulloso de su pequeña maravilla tecnológica que le permite viajar en el tiempo precisamente un minuto. Es la herramienta perfecta para intentar seducir a la bella Regina que está sentada en un banco del parque, disfrutando del sol. Si comete un error o recibe un rechazo, simplemente presiona el pequeño botón rojo y vuelve a intentarlo. Desafortunadamente para James, se entera de que su máquina no ha estado funcionando como pensaba, y ahora debe enfrentar la oscura realidad de sus acciones.