En Montréal, Michael Downey es acusado de la brutal golpiza a Vikram, un hombre de origen surasiático que finalmente fallece a causa de sus heridas.
Las autoridades creen que se trató de una golpiza motivada por el racismo, ya que Mike es un skinhead supremacista blanco neonazi.
El defensor público asignado a su caso es Danny Dunkelman, un judío.
Mike y Danny no les agrada lo que el otro representa, pero Mike sabe que una persona como Danny solo puede ayudar a su causa, mientras que la conciencia liberal de Danny no permitirá que Mike, a quien ve como un joven inteligente, pase por el proceso sin una representación justa.
A medida que Danny y Mike avanzan en su defensa, Danny obliga a Mike a ser un participante activo en comprender verdaderamente lo que hizo y por qué lo hizo.
De esta manera, Danny espera ser parte de la redención de Mike.
El caso también afecta profundamente la vida personal de Danny, no solo en sus relaciones externas con familiares y amigos, sino en cómo funciona dentro de la sociedad como ser humano.