Antes de fallecer, Lady Pagwell (Dame Diana Rigg) deja un legado en memoria de su difunto esposo para financiar nuevos inventos locales y, como el único inventor de la ciudad, el profesor Branestawm (Harry Hill) es el destinatario obvio. Sin embargo, sus malvados oponentes, el concejal Harold Hagglestone (David Mitchell) y la señorita Silt (Doreen Ingleton) insisten en una competencia de inventos para desviar el dinero a otra parte. El contendiente más probable es el profesor Algebrain (Steve Pemberton), que se aloja con Connie (Madeline Holliday) y su madre Aggie (Sophie Thompson), y que decide robar una de las creaciones de Branestawm, unas gafas eléctricas de clarividencia, para hacerla pasar por suya. Depende de la inventora en ciernes Connie salvar el día y ganar el dinero que evitará que Branestawm sea desalojado.