Cuando Warren Jeffs se convirtió en Profeta de la Iglesia Fundamentalista de los Santos de los Últimos Días, tomó el control de una religión con una historia de matrimonios polígamos y de menores de edad.
En poco tiempo, Warren logró expandir estas prácticas y el poder de su posición de maneras sin precedentes.
Él cerró la brecha entre las esposas hermanas y la violación eclesiástica, desconcertando la brújula moral de toda su congregación.
La película examina la vida de Warren Jeffs y muestra cómo se convirtió en un Profeta adorado y venerado.
Warren tiene un seguimiento devoto que cuenta con decenas de miles de seguidores, muchos de los cuales darían su vida en cualquier momento con solo una palabra del Profeta.
A pesar de un rastro de abuso y vidas arruinadas, Warren ha mantenido su control sobre el poder.