Mimi tiene veintinueve años y sigue soltera. No es la más atractiva, pero es una profesional que se toma en serio su trabajo en una clínica. Algunos piensan en ella como una tirano. Ella anhela el amor y un hombre. Se enamora de alguien que conoce en las redes sociales y, sin verlo, se da cuenta de que la persona puede ser un compañero de trabajo.