Fedor es un joven cerrajero de Murmansk, una ciudad helada en la oscuridad del Ártico ruso. Vaga de cliente en cliente por los callejones de cemento impulsado por una fantasía que lo aísla de la ciudad y sus habitantes. Sus sueños erosionan su sentido de la realidad, abriendo la puerta a un universo fantasmagórico: un segundo sol se eleva sobre el horizonte.