Sam es un paciente mental que se marcó la cara con un cuchillo en un intento por evitar otra crisis de Amok (en realidad, epilepsia). Después de leer un best-seller titulado 15 Steps To Death, está convencido de que sus episodios epilépticos lo acercan a su propia muerte. Las sesiones con su psiquiatra revelan que Sam en realidad no es una víctima, sino un tipo muy peligroso.