Para ilustrar la casualidad, una mujer narra la historia de cómo se conocieron sus padres. Comienza en un pequeño apartamento en Copenhague, donde a un poeta danés le preocupa que se le acaben las ideas. Le encanta el trabajo de Sigrid Undset, por lo que su psiquiatra le sugiere que la visite en Noruega para hablar sobre la escritura. Se pone en marcha y comienza una historia de lluvia, romance, vida tratando de no imitar el arte, una tabla de granero resbaladiza, un cartero descuidado, una cabra hambrienta, un pulgar roto y un tren lleno de gente.