Haim-Aaron es un erudito religioso ultraortodoxo de Jerusalén cuyo talento y devoción son envidiados por todos. Una noche, después de un ayuno autoimpuesto, colapsa y pierde el conocimiento en el baño. Los paramédicos anuncian su muerte, pero su padre, negándose a dejarlo ir, se hace cargo de los esfuerzos de reanimación y, más allá de todas las expectativas, vuelve a la vida. Después del accidente, el académico permanece apático con sus estudios. De repente siente un extraño despertar en su cuerpo y sospecha que Dios lo está probando. Cuando su padre nota estos cambios en el comportamiento de su hijo, intenta perdonarlo, atormentado por el temor de que se haya cruzado con la voluntad de Dios cuando lo resucitó.