Viudo, antiguo profesor de literatura jubilado, Silvestre Sanchís es llevado por su hijo y su nuera a una residencia de ancianos donde teme perder lo que más ama: su libertad; por eso huye aprovechando un descuido de sus familiares. Por otro lado, Carlitos, hijo de padres divorciados, se ve a sí mismo como un obstáculo en su vida, por lo que decide escapar de casa. El anciano y el niño viven como polizones en los enormes sótanos de una tienda departamental, hasta que un día se encuentran por casualidad.