Pierre, un productor lechero de treinta y cinco años, se ha hecho cargo de la granja de sus padres y dedica las veinticuatro horas del día a sus vacas. Todos son para él, así que cuando estalla una epidemia que amenaza a su rebaño, se pone terriblemente ansioso. Incluso las seguridades de Pascale, su hermana veterinaria, de que todo está bien, no alivian sus ansiedades. Y, lamentablemente, sus temores resultan fundados ya que uno de sus animales se infecta. El impacto es severo porque una vaca tocada significa que todo su rebaño será sacrificado. Pero Pierre no va a permitir que eso suceda.