Cerca del comienzo de la dinastía Tang, en la China del siglo VII, el general Shi Yan-sheng es engañado para que deje al príncipe heredero sin vigilancia. El príncipe heredero es asesinado por uno de sus hermanos que luego se convierte en emperador. Shi se retira a un monasterio, quizás para esconderse, quizás para planear un golpe. Cuando mueren sus tropas leales, así como la princesa que él desea, busca refugio en un monasterio remoto y abandonado donde un anciano abad lo instruye con enseñanzas prácticas y terrenales. Las fuerzas del emperador persiguen a Shi: primero una mujer, luego un general buscan dominarlo con lujuria y poder. En el transcurso de la película, los rojos de la batalla dan paso a los azules de la meditación.