Oliver es un cuarentón solitario que trabaja como controlador de tráfico aéreo. Él llena su vida vacía viendo la televisión y observando a la familia que vive en la casa al otro lado de la calle; los considera un ideal de felicidad. Al principio solo observa a la familia, pero gradualmente quiere aprender más sobre ellos. Pronto se da cuenta de que las fronteras de la propia vida privada son más frágiles de lo que parecen.