Esta historia de religión, política y amor se mueve entre Etiopía durante los últimos años del reinado de Haile Selassie y Inglaterra en el umbral del Thatcherismo.
Después de una infancia inestable pasada viajando con sus padres hippies, Lilly (Dakota Fanning) es abandonada en un pueblo marroquí, donde las enseñanzas espirituales de un maestro sufí le proporcionan la disciplina para encontrar aceptación en la ciudad etíope donde luego se establece.
La vida ordenada de Lilly se ve trastornada, sin embargo, cuando la indignación por las grandes disparidades del país desemboca en una revolución.
Lilly se ve obligada a huir a Londres, donde su condición de mujer musulmana blanca la convierte en mucho más paria de lo que nunca lo fue en Etiopía, al mismo tiempo que le otorga beneficios que se le negaron a los refugiados negros.
Lilly recibe un trabajo y un pequeño apartamento, que ofrece compartir con la compañera refugiada Amina (Wunmi Mosaku), una joven madre que espera su segundo hijo.
Lilly también se ofrece como voluntaria en una asociación comunitaria que ayuda a los refugiados a reconectar con sus familiares.
El trabajo se adapta al altruismo innato de Lilly, aunque tiene un motivo más personal para acceder a sus servicios: espera encontrar al doctor idealista (Yahya Abdul-Mateen II) del que se enamoró.