Es uno de los últimos días de un verano excepcionalmente caluroso en 1956. Bertolt Brecht (Bierbichler) está a punto de dejar su casa junto al lago entre los altos abedules de Brandeburgo para regresar a Berlín para la próxima temporada de teatro. La mayoría de las mujeres de su vida están allí: su esposa, Helene Weigel (Bleibtreu); su hija Barbara; su antigua amante Ruth Berlau; su última llama, la actriz Käthe Reichel; y el sensual Isot Kilian, cuyos afectos y cuerpo comparte con el activista político rebelde Wolfgang Harich. Los amigos y amantes nadan, escriben, comen, beben y filosofan sobre el arte, la política y la vida mientras la Stasi acecha todo el tiempo al margen, esperando. La serenidad del país en este día de verano contrasta marcadamente con la tormenta de celos y egomanía, traición y esperanzas frustradas en cuyo centro está atrapado Brecht, luchando por hacer planes para un futuro que el destino terminará solo unos días después. Un reparto brillante y la música de John Cale complementan este fascinante retrato ...