A pesar de que todo su grupo de terapia se opone, Charlie acepta como nuevo paciente al arrogante proxeneta Ray James II, a quien la corte ordenó que buscara el manejo de la ira y paga en especie con los servicios de su mejor escolta, Sasha. A su arrogancia se unen dos perros guardianes feroces, los demás se van e improvisan su 'grupo alternativo' en Lacey sin un terapeuta. El mujeriego engreído Sean se siente frustrado porque Sasha elige a Charlie antes que a él hasta que se entera de sus antecedentes, que defiende como ex prostituta. Deseando seguir 'viendo' a Sasha después de que Ray James deja su grupo, Charlie le aconseja que deje su servicio, lo que ella hace de manera radical y problemática.