En la segunda parte de esta serie de siete partes, Oliver Tambo es enviado al extranjero para dirigir el ANC después de que fue prohibido en Sudáfrica en 1960. Este episodio describe los esfuerzos de Tambo para llamar la atención del mundo sobre la injusticia del apartheid. Insiste en que el régimen del apartheid puede ser llevado a la mesa de negociaciones si los gobiernos sancionan y aislan a Sudáfrica, que económica y culturalmente depende de sus vínculos con el mundo occidental. Se encuentran los principales aliados, sobre todo las naciones de África y los gobiernos de Suecia, Noruega y la Unión Soviética. Los esfuerzos del ANC se ven impulsados en Sudáfrica por el levantamiento de Soweto y el asesinato de Steve Biko. Sudáfrica se convierte en más que un país; es una causa, un emblema mundial de la injusticia. Se obtiene una gran victoria: un embargo de armas obligatorio de las Naciones Unidas, el primero en la historia. Pero nadie sancionará económicamente a Sudáfrica y para cuando la historia termine, un baño de sangre parece inevitable.