Afectado por los valores tradicionales, el joven Lai Shi se había castrado a sí mismo para convertirse en eunuco del emperador manchú. Pero la dinastía colapsó poco después, y Lai Shi se vio obligado a llevar una vida de lucha como un 'medio hombre' fuera del palacio. Pero su amor y espíritu de sacrificio le hicieron ganar el amor verdadero.