Mitch es un proyeccionista de 22 años que está cargando la última película para la proyección final en un pequeño teatro que está a punto de ser convertido en un cine digital. Él teme cargar este último rollo de película en el proyector porque sabe que lo arrastrará a otra búsqueda desesperada de un amor perdido.
Él mira a través de la pequeña ventana de proyección, hacia la luz parpadeante de la pantalla y luego de alguna manera más lejos, hacia otro mundo; un mundo que es suyo y solo suyo. Ve otra versión de sí mismo en la pantalla, donde trabaja en una pequeña tienda de segunda mano que se desvanece. Lleva una existencia solitaria, con solo su jefe cascarrabias y los maniquíes de la tienda como compañía.
Esta vida monótona se ve interrumpida por la llegada de una hermosa joven de otro mundo en busca del sombrero perfecto. Ella y Mitch comparten un breve e inexpresable momento de conexión, interrumpido por una llamada telefónica que la arrastra lejos. Cuando Mitch intenta seguirla, ella ha desaparecido. Todo lo que queda es su teléfono celular en la acera, que parece llamarlo.
Mitch lo recoge y se embarca en un viaje de amor y obsesión que lo lleva a través de sueños, realidad y cine mientras lucha por encontrar a la misteriosa chica.