Los actores del Oeste de Hollywood, Mel Torres y Fred Fletcher, escuchan que Fritz Frobisher asistirá a la proyección de una de sus películas en Arizona. Deciden vengarse de él por aterrorizarlos a ellos y a otros niños con un látigo en su primer set. Con este fin, se persuade a la poco entusiasta hija de Mel, Delilah, de que le proporcione su automóvil decente, y viene desde Los Ángeles. Interminables discusiones sobre películas, filosofía simple y moralidad se entrelazan con horror accidental y puramente inducido por el miedo. Cuando llegan, ni la proyección ni Frobisher se parecen en nada a lo que imaginaban.