Tras el anuncio de su partida, la decana de las ursulinas (Marie-Ginette Guay, una actriz de Quebec) reza pidiendo ayuda a María de la Encarnación en el oratorio, donde reposa su tumba. Sus oraciones son escuchadas y María de la Encarnación (Karen Elkin) emerge de la estatua que corona la tumba. La cámara sigue a este espectro a través de los pasillos del edificio. El espectro se vuelve cada vez más tangible hasta que se detiene frente a un gran espejo en la entrada principal. Y ella se ve a sí misma, como nosotros, por primera vez. Una monja ursulina entra desde fuera. Nuestra Marie aprovecha para escabullirse mientras su imagen se refleja en el espejo. (La mise en abyme es la premisa principal de la película. Siempre surgirán preguntas cuando nuestra Marie se vea a sí misma.) Afuera, las celebraciones de Nouvelle-France están en su apogeo, impulsando las actividades de Quebec hacia adelante. En el contexto de estos eventos, se toma a nuestra Marie por una actriz que interpreta a María de la Encarnación. Más tarde, ella ...