Svend Aage es un prisionero anciano. A su hijo, Max, le va bien en el mundo "exterior", o eso le dice la esposa de Svend Aage, y no sabe que su padre está en la cárcel. Un día, un nuevo preso llega a las puertas para cumplir la sentencia más severa jamás dictada por violencia y delitos relacionados con las drogas. Es Max.