En la Francia de finales del siglo XIX, el ministro protestante Jean Barnery causa inquietud local cuando decide separarse de su esposa obsesiva - y más aún cuando decide volver con ella.
Para ese entonces, Jean se ha sentido atraído por Pauline, la sobrina de un destilador de coñac, lo que lo lleva a divorciarse de su esposa, cediéndole a ella y a su hija las acciones que posee en la fábrica de porcelana de su familia.
Finalmente, Jean renuncia al ministerio, se casa con Pauline y se muda a Suiza en busca de una vida tranquila. Sin embargo, al fallecer su padre, accede a regresar a casa para salvar la fábrica, sabiendo que los problemas que esto traerá cambiarán por completo su vida.
Así es como se demuestra, con su servicio en la Gran Guerra teniendo un impacto profundo en él y en quienes lo rodean.