En la década de 1890, el padre Adolf Daens va a Aalst, una ciudad textil donde abunda el trabajo infantil, los salarios y las condiciones laborales son horribles, los pobres no tienen voto y la iglesia católica respalda a la pequeña burguesía para oprimir a los trabajadores. Escribe algunas columnas para el periódico católico, y pronto los trabajadores están escuchando y los poderosos están alborotados. Es expulsado del partido católico, por lo que inicia los demócratas cristianos y es elegido al Parlamento. Después de que Roma lo disciplina, debe elegir entre dos llamamientos, como sacerdote y como campeón de los trabajadores. En las subtramas, una joven valiente se enamora de un socialista y sobrevive a la violación de un capataz; los niños mueren; los prelados juegan al billar.