Atrapadas en Las Torres Gemelas el 11 de septiembre, miles de personas comunes y corrientes lucharon por establecer contacto con el mundo exterior. Muchos sabían que el tiempo se estaba acabando. Estos mensajes grabados y llamadas privadas son el legado más poderoso para las familias que quedaron atrás. A menudo llenos de amor y dignidad, representan a la humanidad en su mejor momento y con más recursos frente al mal.