Después del infame hundimiento del RMS Titanic, se realiza una investigación formal de la Junta de Comercio Británica sobre el desastre. Durante el proceso, la grave denuncia de que otro barco, el Californian, vio el barco hundiéndose y sus señales de socorro, pero no prestó asistencia, es un tema de especial interés. Mientras el Capitán Stanley Lord of the Californian presiona a sus oficiales para que se mantengan en su historia de portada, sus subordinados inmediatos se encuentran no solo bajo escrutinio oficial, sino también discutiendo sobre sí mismos sobre los eventos de esa noche. Como resultado, todos se enfrentan a un dilema moral sobre dónde reside realmente su verdadero deber.