La voz de un narrador cuenta historias, principalmente acerca de encontrarse o estar con niños que son casi hombres. Mientras habla, vemos a varios niños, generalmente aislados en una playa, en paisajes urbanos vacíos, en habitaciones o en la cama. Se quitan las chaquetas, camisas, zapatos y pantalones; usan calzoncillos blancos de Jockey. Estos retratos a veces son interrumpidos por dos o tres artistas que se mueven, hablan, bailan y retozan, haciendo deporte a las interacciones masculinas. Las historias del narrador se vuelven eróticamente más explícitas e introspectivas: analiza la visión de Meher Baba del problema del sexo; admite que desea tener un control total sobre estos jóvenes para liberarlos de las relaciones reales. Las fantasías se evaporan.