Lambert, un caso quemado, trabaja el turno de noche en una gasolinera, rara vez habla, vive solo, bebe. Bensoussan, criado en hogares de acogida, ahora un pequeño traficante para el dueño de un bar llamado Rashid, llega a la estación necesitando una bujía para un ciclomotor robado. Él y Lambert se conectan de alguna manera, y unos días después, van a tomar una copa. El joven es demasiado arrogante, y cuando golpea la elegante motocicleta de Rashid un par de veces, es prescindible. Lambert decide vengar al joven y busca información de Lola, una punk que conocía a Bensoussan. Con sorprendente perseverancia, perfora el caparazón de Lambert; comienza a sentir de nuevo, le cuenta a Lola su historia y encuentra un nuevo entusiasmo por la vida.